Viajeros con cama

jueves, 24 de febrero de 2011

Revueltas vistas desde la pantalla

Seamos sinceros, los acomodados. En el fondo esto nos gusta. Nos emociona ver cómo el mundo tiembla. Nos gusta estar ante un momento que los tutores harán aprender a nuestros bisnietos. Vemos, o nos cuentan, cómo las revueltas populares, masivas, callejeras, legítimas, se expanden por los países africanos, Túnez, Egipto, Libia… (y eso nos despierta la satisfacción que da la coherencia: el débil se levanta contra el dictador. El mundo tiene algo de lógica, por un rato). Nos cuentan también la vergüenza de las inmensas potencias que, dependiendo de si tal nación es amiga o tal nación es enemiga, reacciona o no frente a las masacres de civiles (y eso nos despierta, en cambio, la rabia que da la incoherencia, que siempre es necesaria también).
Pero, aunque todo es un gran espectáculo, ¿basta con mirar? Los acomodados, ¿qué derecho tenemos? ¿Qué derecho tengo yo, por ejemplo, a decirles a los libios que resistan, seguid libios seguid, soportad la represión, dejad que os atormenten con mercenarios fusileros y armas pesadas, seguid resistiendo… aunque os maten otro poquito más, aunque os machaquen otro poco, todo será por algo, todo tendrá un valor…? Conseguiréis lo que comenzasteis pidiendo de forma pacífica, seguro, y será gracias a vuestra fortaleza (o vuestra desesperación).
¿Tengo derecho a decir eso, a apenas pedirlo? ¿A desear que otros pueblos que yo no puedo comprender nunca del todo realicen la lucha, mientras sospecho el sufrimiento y la violencia que les traerá esa misma lucha?
Igual sí, lo tengo. Porque, a pesar de que aún es imposible saberlo con certeza, yo también saldría a las calles. Aunque me machacaran, y aplastaran a mis hijos, etc. ¿Qué cómo carajo lo sé? Porque yo soy tan humana como todos esos que salieron a las calles, y tan sólo me falta la presión; por tanto, si la tuviera, si me presionaran, saldría a la protesta también. Como todos. Puede decirse, entonces, que la presión le da más valor al hombre.
Gadafi se equivocó de tiempo para la violencia. Los ha habido mejores para ese honrado fin. En definitiva, nosotros los acomodados queremos que no haya un solo muerto más (se habla de entre 600 y 10.000 mientras escribo esto, sólo en Libia), ni más heridos, y que todo se calme y haga su papel la democracia, etc., etc.; pero, reconozcámoslo, también queremos, y más en el fondo, que esto se extienda (por todo el globo, rastreando las últimas dictaduras... a Irak, a Sudán, a Guinea, a Asia...). Queremos, en realidad, que la protesta no cese nunca.
Aunque no tengamos derecho, seguimos teniendo la capacidad de apoyo, y seguimos teniendo el anhelo.
Protestas contra Gadafi. Agencia AP

2 comentarios:

  1. y tenemos también una sensación de envidia...
    Ojala fuesemos nosotros los oprimidos para tener algo contra lo que luchar.

    Lo tenemos casi todo, y digo casi todo porque aunque tenemos mucho(agua caliente, luz,frustraciones, internet, democracia,diazepam,dinero para emborracharnos,la oportunidad de viajar,depresiones,pildoras anticonceptivas...)
    tenemos que buscar otras cosas igual de necesarias o mas, como motivaciones, dignidad, algo de lo que sentirnos orgullosos... y tambien nos falta a muchos alg fundamental:
    Un enemigo.

    En mi dia a dia mi unico adversario suelo ser yo mismo y eso es una gran ventaja para muchas cosas, pero a mi personalmente me hace sentir frustracion a menudo.
    Los jovenes magrebies estan haciendo ahora los jovenes hicieron en los 60 en centroeuropa, en los 80 con el telon de acero y en los 90 los insumisos en España...

    Nosotros tuvimos la fortuna o la desgracia de llegar con el trabajo hecho.

    Saber...
    tendremos que buscarnos algo contra lo que luchar de mas importancia que una ley del aborto o que esta vez si que si, de verdad de la buena, vayan a cobrar por hotmail.

    UN abrazo desde la guarida de Robin, Muchas Gracias!!!!

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  2. gracias robin por tu comentario... da a otro tema tan interesante.
    hay que buscar algo por lo que luchar, sí. y pienso que solidarizarse con otras luchas ayuda.
    es decir, no preocuparse sólo por lo que se tiene justo al lado. hay que abrir el cerco.
    o qué sé yo..

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