Rajoy se confiesa: le gustan los sumisos. Lo ha dicho al hilo de las
grandes concentraciones de la semana pasada contra su política de
austeridad (el 25-S y sus réplicas), cuando, al enterarse de los
conflictos y la represión policial, dio las gracias en un comunicado a
todos aquellos ciudadanos “que no salieron a protestar”. Se une a un
Borbón que nos pedía que dejáramos las utopías para los anuncios de
adelgazantes. Nuestro Presidente quiere a sus súbditos obedientes,
silenciosos y trabajadores, como hormigas. Debe considerar que en España
hay demasiada cigarra; al menos, desde que Franco falta y los nuevos
grises no pueden dar una hostia sin que Twitter se llene de chirridos.
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Me apoyo en tu articulo de opinón para sacarme la rabia un pokito de dentro.
ResponderEliminarMe encanta Diana que haya voces que no callen.
Besos almendrados ;)