Durante los tres meses del coágulo
que obstruía al órgano de aceptar irrealidades,
dejé de entender los dobles sentidos,
los discursos políticos
y las canciones de amor.
Los médicos dijeron
“intolerancia a la esperanza”,
o algo así.
(foto: diana moreno)
primero la foto, Diana, perfecta.
ResponderEliminarla intolerancia a la esperanza es un mal como plaga entre los nuestros, el pan de cada día...
un abrazo
¿Tres meses duró, tan sólo? qué suerte.
ResponderEliminarMe has enamorado: frío, directo, exacto y real.
ResponderEliminarHa sido como una bofetada en la cara.
Me has silenciado, pero el corazón me lo has revuelto.
Felicidades.
Hay enfermedades que son sin ser... nos las imaginamos por pensar que es mejor estar enfermos que creernos la verdad.
ResponderEliminarUn gustazo leerte... y tus fitis ya sabes... guapas.
Saludos almendrados ;)
Suerte que duro tres meses, brindo por tu recuperacion
ResponderEliminarUn abrazo
una de las intolerancias que necesitan curarse cuanto antes
ResponderEliminarUna enfermedad,la desesperanza, que es muy comun, y se contrae y contagia facimente. Hay que encontrar el asntidoto para este mal que tanto abunda.
ResponderEliminarCuidado, las recaídas son frecuentes.
ResponderEliminarUn abrazo.