Viajeros con cama

sábado, 4 de febrero de 2012

Sobre la esclavitud. Cosas que sucedieron.

El amo, al adquirir al esclavo, le marcaba con fuego un símbolo en la cara que señalara de por vida al propietario.
A veces, la propiedad era más breve que la vida. Cuando el amo decidía desprenderse del esclavo, el nuevo comprador volvía a grabar a fuego otra marca permanente.
Un esclavo con muchas marcas en la cara estaba mal visto. Se convertía en un producto repetidamente rechazado. Los compradores le mirarían para siempre recelosos ante una posible falta de disciplina.
El día que los esclavos fueron libres, curiosamente, aquellas marcas faciales se voltearon: ahora, aquéllos que tuvieran muchas señales en la cara serían los que más se hubieron rebelado contra la tiranía, y eran héroes. 

2 comentarios:

  1. A veces la razón acaba por ocupar a aquellos que pareceron no conocerla.

    Interesante reflexión.

    Saludos almendradps ;)

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