Viajeros con cama

domingo, 5 de junio de 2011

Scat y paredes escritas

La gente que adora las luces se alinea, como ficciones de una película de acojone, en pasillo, y cruzo la puerta, y bueno, nunca suele ser más chocante una soledad, más descolorida e insonorizada, de golpe las luces se reducen a un solo color, y bien el váter, las paredes con palabras, el desnudarse, la meada en equilibrio temeroso a las manchas ajenas, -paredes verdes y baldosas lineales-, y qué preciosa soledad, con la cabeza en espiral y las manos como alas, en ese silencio viene el jazz, a las gargantas, en una acústica perfecta, 
y tararear, primero, mientras viene el alivio animal, y luego cantar, en inglés, las ies son ei, las ues son iu, prolongadas como flautas, improvisar frases de las que el serio de shakespeare se descojonaría, el jazz viene adentro en la rueda del papel higiénico, garganta apretada, y cry me a river, y la caricia cuanto mejor suena más roza, roza roza, el placer de la orina que adelgaza, y la fobia a lo húmedo, a no recordar qué coño era la poesía, baby, los agudos y los terribles graves, ah los ángulos y los falsetes creativos, todos en su jodido sitio, todo dentro de aquel baño de acústica perfecta y paredes verdes y lineales,
y qué deliciosa pausa, no me roza el techno, la copa a ocho pavos, viene el blues la guitarra imaginada, el pis acaba, quiero ensangrentarme romperme las anginas, los chasquidos de dedos en un ritmo maravilloso ni sinatra caray, ni sinatra, alguien espera fuera, prohibidos falsetes, i cry a river over you, veo gotas de olas veo paredes con palabras, la quinta fase del whisky, en algún lugar un orgasmo viene a la vida dentro de un plástico con sabor a plátano, y veo el tiempo el espacio, el tiempo, el serio, se descojona conmigo,
y luego, voz rasgada, la voz se vuelve horrible, sí definitivamente alguien espera fuera, se retuerce en la garganta, en lo sublime de un misterio cristalizado, deja de ser caricia y se vuelve zarpazo, paredes con palabras y alguien llama a la puerta, el grave se vuelve cómplice, el agudo se vuelve inalcanzable, suenan mejor los altibajos, alguien que se mea debe ser, y vuelta, bragas arriba, pantalón arriba, muere el falsete y salgo, cara de yo no estaba cantando borracha en un baño de discoteca, me pongo el disfraz amargo de vuelta, a todo, a las barreras del ser humano, al público ignorado, no dejarse el bolso, regreso a las luces, no olvidarse la chaqueta, vuelta -sin paredes con palabras sin sonidos de olas- vuelta -hasta nueva flaqueza- a los espacios donde germinamos, eternamente, en un silencio de tormenta. qué haría sinatra.

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