Cómo reconocer el verano.
Preste atención a los silencios de las migraciones. Se dan en los climas perversos; se perciben acercando el órgano auditivo a los asfaltos, al aire, a la línea de los raíles.
Distinguir las migraciones veraniegas de las migraciones invernales es crucial. Asegúrese simplemente de que no hay narices congestionadas o bufandas en las voces.
El sudor puede aclarar los casos críticos de confusión. También, y de una forma más íntima, el encontrar apetecible un pie descalzo.
También: Cómo reconocer el invierno
Las imagenes de los sentidos... a menudo eclipsadas por los colores en nuestros ojos.
ResponderEliminarUn texto atrevido.
Saludos ;)
Atrevido y sugestivo.
ResponderEliminargracias a los dos!
ResponderEliminargenial
ResponderEliminar:)