Viajeros con cama

lunes, 13 de junio de 2011

Instrucciones para ciegos III

  Cómo reconocer el verano.

  Preste atención a los silencios de las migraciones. Se dan en los climas perversos; se perciben acercando el órgano auditivo a los asfaltos, al aire, a la línea de los raíles. 

  Distinguir las migraciones veraniegas de las migraciones invernales es crucial. Asegúrese simplemente de que no hay narices congestionadas o bufandas en las voces. 

  El sudor puede aclarar los casos críticos de confusión. También, y de una forma más íntima, el encontrar apetecible un pie descalzo.


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