Viajeros con cama

viernes, 25 de marzo de 2011

Suceso

Un día, la ciudad estaba vacía.
Y, mientras yo caminaba, la soledad dejó de existir.
Y me volvió la (¿cómo se le llamaba al recuerdo caducado, al hambre en el tiempo de los banquetes, a la rabia blanda?... ah, sí) nostalgia
por el tiempo, ya muerto, en que aún creía
que existiría alguien esperándome en algún lugar
bajo la lluvia
quizás.

2 comentarios:

  1. Siempre hay una posibilidad de, aunque sea brevemente, saborear de nuevo lo que significo eso que hoy no es mas que recuerdo.

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