Viajeros con cama

sábado, 11 de diciembre de 2010

Sexo

Según un viejo diccionario desenterrado del corazón endurecido de un volcán, se dice que el sexo es el encaje perfecto de dos cuerpos de formas incompatibles, o bien la técnica de doblar una servilleta limpia en cuatro pliegues y luego en diez pliegues y después en cien pliegues y así sin descanso, hasta dejarla ensangrentada.
Cuentan que una persona iba un día caminando por una ciudad vacía y de pronto comenzó a ver fenómenos nunca antes vistos. Vio que una casa se fusionaba con la vecina; vio que una señal de tráfico hacía coincidir sus formas con el tronco sinuoso de un árbol; vio que las moles del horizonte encajaban con fascinante precisión en las siluetas puntiagudas de la ciudad. Vio que todos los elementos, los animales y los charcos, los vehículos y los carteles oscilantes, se encajaban como cuerpos contorsionistas en los escenarios con un milagro que iba entre lo criminal y lo fabuloso, y oyó lamentos infinitos, y vio relojes de agujas anarquistas, y comprobó conmocionada que unos latidos sin dueño iban dejando marcas gigantescas debajo del asfalto.
Cuentan también que esa persona, después de ver todo eso y no poder tocarlo, corrió a su casa y notó que, como castigo, durante días los cuchillos no producían sensación alguna al clavarse en la carne.

5 comentarios:

  1. La metáfora de la servilleta me ha impresionado vivamente. Ya había pensado yo antes en la percepción del sexo como unas piezas que encajan, aunque no lo sabría formular como tú, claro.

    Pese a las advertencias, yo creo que me voy a animar a hacerlo...: ). Un besazo, diana.

    ResponderEliminar
  2. Me dejaste sin palabras, es un gusto leerte.
    Te sigo.

    ResponderEliminar
  3. del sexo se puede decir de todo. la lista de metáforas era infinita
    un saludo a ambas!

    ResponderEliminar
  4. Se puede decir mucho del sexo y que este siga siendo un misterio...

    ResponderEliminar