sin cortarme el pelo.
Sin meter la llave en las argollas.
Llevaba
un calcetín
del revés.
Tenía hermanos a los que hay
que dejar partir, un cuarto
del que huir algún día, un
mapa
que volví, ¡qué paciencia!, avión
de papel.
Tenía en el pie derecho un paso
de los que se dan a oscuras,
y si no se dan
se vuelven cepo.
Llevaba un deseo a cuestas
(y los deseos o aplastan,
o anulan,
o vuelan).
que vuelen... y no se dejen alcanzar...! es lo que nos mantendrá vivitos y coleando...!!
ResponderEliminarme encantó el poema, un abrazo
Un excelente poema, me gustó mucho tu casa de letras.
ResponderEliminarUn saludo.
Muchas ganas de volar hay en este poema,muchas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias por los comentarios.
ResponderEliminarLlevaba un tiempo este blog apagaducho... ¡así que agradezco que os paséis y me lo alegréis! :)
¡Saludos!
Me encantó este poema tuyo que encontré por azar. Enhorabuena!
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